En La Plata un amigo que trabajaba en Derechos Humanos y militaba en organizaciones estudiantiles tuvo la genial idea de hacer laburo de extensión en cárceles. Un montón de pibes y pibas se sumaron a ir a las cárceles a ayudar a los presos con las materias que cursaban de manera externa en la facultad. Eso creció y después fue el puntapié de generar una organización que diera contención en la reinserción de esas personas cuando recuperaran la libertad.
Era una noche oscura, estrellada. El lugar por el que deambulábamos estaba lleno de micros escolares y de larga distancia. Una vez que logramos ubicar a todos los peregrinos que ya habían llegado, nos fuimos a caminar, a fumar un cigarrillo y en un momento se detuvo, me acarició y me besó.
Salí caminando a las 5 AM, tenía que ir hasta una intersección de dos calles para esperar en esa esquina una combi que me llevase al Aeropuerto. Llegué 15 minutos antes, la ansiedad me comía por dentro. No aparecía el vehículo a las 6, que era la hora señalada, y escribí “¿hacen viajes hoy?”, no contestaron hasta las 19 horas. Pero la combi apareció.
El otro día hablaba del termino "loco". Bueno, hoy para escribir este texto puse Aerosmith, del disco Get a Grip, el tema Crazy a todo volumen, y empecé a tipear lo que quiero narrarte. Y ver si coincidimos o no.
Esta columna según mis cálculos probablemente exactos, es la columna número 22. Ese número tiene como significado “el loco”. Es más, la hinchada del club que mis sobrinas son hinchas se llama “La 22”. Una hinchada que en algunos años de mi vida platense se ubicaba a la derecha de donde yo veía jugar a Gimnasia y Esgrima de La Plata. En el “Bosque” donde vive el Lobo.